Sor Simona, drama en tres actos y cuatro cuadros

Título: Sor Simona
Autor: Benito Pérez Galdós
Fecha: 1915
Fuente: Biblioteca Virtual Universal
Formato: PDF

Fecha: 1959
Datos de edición: Madrid,  Novelas y Cuentos (Diana Artes Gráf.)
Tipo de Documento: Libro
Descripción física: 36 p.; 23 cm


...
Sor Simona. Llevadme a Viana.

Clavijo. (Con alegria.) Muy bien.

Natika. (Llorando se agarra a la falda de Sor Simona.) Lléveme señora.

Miguela y Sampedro. Y a mi, y a mi.

Sor Simona. Sí, venid conmigo; desde Viana continuaré consagrando mi pobre existencia al socorro de los infelices y menesterosos; pero libremente... libremente... (Con elevada entonación) Quiero ser libre, como el soplo divino que mueve los mundos. (Todas las figuras de esta última escena se agrupan convenientemente para formar un hermoso cuadro.).

Telón

Fin del drama

Galdós y los actores


De intento hemos dejado para último lugar al maestro venerado. Su obra es una comedia: Sor Simona y se ha estrenado en el Infanta Isabel en medio de demostraciones de afecto al primer escritor de España, al hombre bueno á la gloria—una de las más puras y quizás la más indiscutible— del arte español.
El carácter, el tono, la clasificación de Sor Simona han de estudiarse y hacerse rápidamente por el lector, si tiene en cuenta otras obras galdosianas que son su antecedente cronológico y estético, y hasta ético, podría decirse, si no hubiera una igualdad absoluta en la moral de Galdós a través de tolas sus producciones. Sor Simona es Celia en los infiernos en cuanto al fondo, claro está. Y decimos Celia como podríamos decir cualquiera de sus hermanas, las protagonistas de Electra, Los condenados, La loca de la casa, otras tantas más.
La proyección espiritual de Sor Simona tiene el calor y la intensidad de todas las obras de don Benito que ejerce un verdadero apostolado desde la escena. Amor y libertad es la médula de su credo. Sor Simona es un nuevo alegato en pró de la libertad v el amor.
Sor Simona es una religiosa de San Vicente de Paul. De joven tuvo un amor que fué padre de un desengaño. El hombre á quien quería se casó con otra. Entonces sus sentimientos tomaron una derivación religiosa. Se consagró á la caridad. Estalla la guerra carlista y la apasionada, ya transformada en Sor Simoua, presenta algunos síntomas de locura. Consiste su pacifica manía en desear — como deseaba Santa Teresa, la monja á quien llamaba el Obispo Acuña fémina inquieta y andariega— el camino y el aire libre. Durante el asalto al pueblo donde residía la comunidad,
Sor Simona escapa y va de aldea en aldea, tenida en opinión de Santa.
En un pueblo la facción carlista encuentra á Sor Simona, la cual cura solícitamente á sus heridos. En esto son apresados por los centinelas tres espías liberales, Son dos hombres y un muchachito, casi un niño, estudiante de Vitoria, al que le encuentran cosido en las ropas una orden de un general liberai á las fuerzas que operan detrás del territorio ocupado por los carlistas.
Sor Simona reconoce en el niño al hijo de aquel hombre que había amado tanto en su juventud. Para salvarle dice que es su propio hijo y que ella sólo es la culpable de que lleve la orden, pues se la puso, sin advertirlo él, en su traje.
El sacrificio no se consuma. Los generales liberal y carlista acuerdan un canje de prisioneros, y Sor Simona y el estudiantito forman parte de loa canjeados. El chico vuelve con su familia y ella reanuda sus andanzas y sus inquietudes.
Este es el argumento de Sor Simona.La ternura de Galdós ha revestida la comedia de un dulce resplandor. Además hace gala de sus ideas liberalisimas en diversos pasajes. Los diálogos entre Sor Simona y el Sacris, un cabecilla carlista, son un alegato más en la polémica que siempre ha sostenido Galdós entre el espíritu reaccionario y el liberal.
El interés de Sor Simona y su sustancia espiritual han proporcionado un triunfo más al viejo incansable é inagotable. Con Galdós María Gámez y Pallavi recibieron el homenaje de las gentes.
TOMÁS BORRAS


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